La Terapia Gestalt es un modelo de psicoterapia que se centra en el autoconocimiento, la autogestión y el desarrollo personal.
Trabaja la capacidad de darse cuenta y establece el contacto con uno mismo. Concibe al ser humano como a una entidad completa formada por cuerpo, mente y alma que puede alcanzar el bienestar trabajando por la integridad y el equilibrio de esas tres partes.
La atención se pone en el presente, por lo cual el foco está en el presente, en el aquí y ahora. Centrándose más en los procesos que en el contenido en sí, dándole importancia a lo que sucede en la actualidad y no a los momentos del pasado.
La psicoterapia ayuda a reconocer, ya sea los momentos en los que uno se deja manipular o en los que manipula a los demás. De esta manera, la persona avanza hacia relaciones de mayor respeto y auto-estima.
El enfoque del crecimiento y desarrollo personales llamado Terapia Gestalt se diferencia de la mayoría de los enfoques clínicos, ya que no ve a los individuos que tienen problemas como si estuviesen «enfermos», sino más bien como si estuvieran eligiendo para sí mismos un camino que en cierta forma no los ayuda.
¿Cómo se aplica la terapia Gestalt?
El terapeuta realiza un acompañamiento al paciente para ayudarle a llevar a cabo un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal que le permita encontrar un camino dentro de sí mismo/a o en relación al entorno.
Durante la terapia el objetivo fundamental no es tanto hablar sobre los problemas o traumas que marcaron a la persona en el pasado, sino que se tratan los problemas y dificultades que tiene hoy en día. De esta forma se le permite identificar su responsabilidad en ellos, asumiendo los sentimientos que le generan y poniendo en práctica, con ayuda del o de la terapeuta, las habilidades necesarias para superar cada situación.